Es de destacar, históricamente, la existencia de tres iglesias:

La primera, bajo la advocación de Santa María Magdalena, era de una fábrica muy pobre, hecha de ladrillo y tapial, cubierta con armadura de madera de par y nudillo; carecía de torre, a los pies había una pequeña espadaña. El interior era un salón con coro, resaltando en el muro de la Epístola una excelente talla de Cristo crucificado, románica, de finales del siglo XII, bárbaramente repintado.
La sacrístía también muy pobre, en ella había una figura de Santa María Magadalena de mediano tamaño y bastante bien conservada, recia talla del antiguo retablo, fechada en el siglo XVI. Es de lamentar el destino que corrió, pues la pared derecha estaba vencida y hubo que derribarla por temor a que se hundiese todo el edificio.

La segunda iglesia fue construida con piedra, y poseía una sola nave, con una sacristía  reducida en la parte izquierda. 
La cubierta era de teja a dos aguas, en el frontal la torre con su campanario y a la derecha la entrada que presentaba una especie de pórtico. 
La cabecera interior estaba formada por un altar con Santa María Magdalena en la parte frontal central, a la derecha en el lateral un cristo románico y a la izquierda un altar mas pequeño con la imagen de S. José.
Su interior era oscuro ya que sus ventanas eran pequeñas y muy altas.  Debido también a su estado fue preciso demolerla, pues presentaba una grieta frontal en la torre y se temía su propio derrumbamiento.